En primera instancia definiremos la palabra “explorar” como: Reconocer, registrar, inquirir o averiguar con diligencia una cosa o un lugar.
En el libro “Porqué exploramos” de National Geographic nos platica acerca del explorador británico Capitán James Cook quien realizo importantes travesías explorando incluso sin herramientas de navegación que consideraba esenciales y con el mapa únicamente en su cabeza decidido a encontrar resultados de su exploración sin darse por vencido.
Si dentro de ti existe la necesidad de explorar de manera innata, quizá el fundamento este presente en tu genoma. Justamente en el genoma DRD4 que permite controlar la dopamina y actúa como mensajero químico cerebral que impulsa el aprendizaje y goza de la recompensa.
Investigadores han vinculado continuamente la variante llamada DRD4-7R en el 20% de los seres humanos que son curiosos e inquietos. Múltiples estudios han demostrado que el genoma DRD4-7R se encuentra en las personas que asumen riesgos, exploran lugares nuevos, ideas, prueban nuevas comidas, relaciones y generalmente abrazan el movimiento, el cambio y la aventura.
Entonces, ¿Es DRD4-7R el gen del explorador o el gen de la aventura, como muchos le llaman?
Kenneth Kid, quien es reconocido como uno de los mejores genetistas evolutivo y poblacional, participó en el grupo que realizó el descubrimiento del genoma DRD4-7R y expresa que: «Simplemente no se puede reducir algo tan complejo como la exploración humana a un solo gen», dice, riendo. «La genética no funciona de esa manera».
En síntesis, es bastante útil pensar no únicamente en la necesidad de explorar, también en la capacidad y no solo en la motivación, también en los medios.
Noonan dice, que tenemos una destreza extraordinaria, una capacidad increíble de movilidad y el cerebro más grande que nos permite pensar y unas manos inteligentes que nos permite construir con la capacidad de la imaginación.
Tal como con nuestros antepasados todo lo anterior brinda fuerza a nuestras vidas utilizando todas las circunstancias a nuestro favor, incluso si estas juegan en nuestra contra.